¿Trabajas como freelance en España y tienes clientes en Reino Unido o Estados Unidos? Entonces seguro que te has hecho esta pregunta: ¿cómo debo declarar mis ingresos en España cuando trabajo con clientes internacionales?

España ofrece muchas ventajas para quienes teletrabajan, pero también plantea dudas importantes cuando se trata de cumplir con Hacienda. Y es que colaborar con empresas extranjeras puede abrir muchas puertas… pero también puede generar incertidumbre sobre tus obligaciones fiscales.

En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber para tributar correctamente como freelance con clientes fuera de la Unión Europea, especialmente si trabajas con empresas del Reino Unido o EE. UU. Spoiler: con la información adecuada, no es tan complicado como parece.

 

¿Eres residente fiscal en España? Comprende la normativa aplicable

 

Lo primero que hay que saber es si eres —o vas a ser—, a efectos fiscales, un residente fiscal español. Dicha condición determinará dónde debes tributar por tus ingresos y cuáles serán tus obligaciones fiscales.

La regla principal para determinarlo es la comúnmente denominada regla de los 183 días: si pasas más de 183 días en territorio español durante un año natural, se considera que eres residente fiscal en España, independientemente de tu nacionalidad o del país de origen de tus ingresos.

No importa si los días son consecutivos ni si estás empadronado o no: lo único que se tiene en cuenta es tu presencia física en España. En ocasiones, Hacienda puede considerar otros factores como tu centro de intereses económicos o tu lugar de residencia habitual. No obstante, lo más importante es la regla de los 183 días.

Y si eres residente fiscal en España, estás obligado a declarar todos tus ingresos, incluso si proceden de clientes del Reino Unido, Estados Unidos u otros países.

 

IRPF e IVA: ¿qué impuestos debes pagar al trabajar con clientes extranjeros?

 

Como cualquier trabajador por cuenta propia que resida en España, tendrás que pagar el IRPF, que es el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas que grava todos los ingresos, incluidos los trabajadores freelance con clientes en el extranjero.

Este impuesto, que es progresivo, se declara de forma anual en la declaración de la Renta como debe hacer cualquier español. Sin embargo, como trabajador freelance, tendrás que hacer declaraciones trimestrales presentando el Modelo 130, salvo que, por tu actividad, estés exento de ello. 

El IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido) lo debe pagar tu cliente, pero tú lo tendrás que recaudar y pagar a Hacienda. Eso sí, de manera general, si facturas servicios a empresas dentro de la Unión Europea y estas disponen de un NIF intracomunitario válido, no debes aplicar IVA, ya que se considera una operación intracomunitaria sujeta a inversión del sujeto pasivo. 

En cambio, si el cliente está fuera de la UE, como en Estados Unidos o Reino Unido, tus servicios estarán exentos de IVA siempre que el cliente sea una empresa y el servicio no se preste físicamente en territorio español. Aunque no debas repercutir IVA en estas operaciones, estás igualmente obligado a presentar el Modelo 303 trimestral, donde deberás declarar dichas facturas como operaciones exentas o no sujetas según corresponda. Además, si facturas a empresas de la UE, también tendrás que presentar el Modelo 349 de operaciones intracomunitarias, detallando los importes facturados a cada cliente.

 

Evita pagar impuestos en dos países: los convenios entre España, Reino Unido y EE. UU.

 

Si eres residente fiscal en España pero trabajas con clientes del Reino Unido o Estados Unidos, es normal que te preguntes si necesitarías pagar impuestos en ambos países. Afortunadamente, España tiene firmados convenios de doble imposición con estos dos países para evitar que esto ocurra.

Estos convenios establecen qué país tiene derecho a gravar determinados tipos de ingresos y garantizan que no tributes dos veces por lo mismo. En general, si eres autónomo residente en España y prestas servicios desde aquí a clientes extranjeros, tus ingresos tributarán únicamente en España porque es donde realizas —al menos de forma principal— tu actividad.

A la hora de solicitar tu certificado de residencia fiscal, puedes hacerlo en la Agencia Tributaria. Es un trámite rápido y sencillo, siempre que no haya peculiaridades o información conflictiva. Este certificado tiene validez de un año y te servirá para evitar la doble imposición internacional o reclamar impuestos pagados en el extranjero.

 

¿Autónomo, contratista o empleado por cuenta ajena?

 

También debes tener en cuenta que para trabajar desde España para clientes de Reino Unido o Estados Unidos no sólo existe una forma, sino varias, y que podrían ser incluso más ventajosas. Por eso es importante conocer las distintas modalidades a las que podrías acogerte manteniendo tu forma de trabajar:

  • Trabajar como autónomo: gestionarás tu actividad profesional de forma independiente. Además de realizar tu actividad profesional, tendrás que emitir tú mismo las facturas, pagar los impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social, etc.
  • Contratista: trabaja para una empresa bajo un contrato mercantil, pero no está en plantilla ni tiene relación laboral directa. Puede operar como autónomo o a través de una sociedad.
  • Empleado por cuenta ajena: tiene un contrato laboral, percibe una nómina, cotiza a través del empleador y disfruta de derechos laborales (vacaciones, bajas, indemnización por despido, etc.). A cambio, el empleado está sujeto a las condiciones y organización de la empresa, por lo que no dispone de la autonomía ni flexibilidad de un trabajador autónomo.

La diferencia puede parecer sutil, pero la ley es clara: si trabajas para una sola empresa, siguiendo las órdenes o directrices de algún jefe, con horario fijo y sin autonomía real estás considerado empleado por cuenta ajena.

Este tema es aún más delicado tras el Brexit, ya que las empresas del Reino Unido ya no están sujetas al marco jurídico de la Unión Europea y, por lo tanto, los mecanismos de control, protección y resolución de conflictos son más limitados o complejos.

Cualquier situación laboral que no cumpla estrictamente con la normativa podría acarrear duras sanciones e, incluso, problemas legales. Por ello, para trabajar con seguridad legal y fiscal, especialmente con clientes fuera de la UE, conviene contar con un asesor especializado si vas a emprender como autónomo, u optar por una solución como Hightekers, que te ofrecen la seguridad de un contrato permanente y la flexibilidad del trabajo freelance, independientemente de dónde trabajes.

 

Cómo te ayuda Hightekers si trabajas con clientes internacionales

 

Trabajar desde España para clientes de Reino Unido o Estados Unidos resulta especialmente atractivo, pero también puede ser complejo, tedioso e, incluso, arriesgado: declaraciones trimestrales, IVA, IRPF… Hightekers ofrece una alternativa clara, sencilla y segura.

Con Hightekers, no necesitas darte de alta como autónomo ni presentar modelos como el 130 o el 303. La solución de Hightekers te ayuda a simplificar estos trámites para que cumplas cómodamente con tus obligaciones fiscales en España, con la seguridad y los beneficios de un contrato de trabajo local, pero sin perder la libertad de elegir a tus clientes, proyectos y tarifas, como si fueras freelance.

Hightekers se encarga de todo: gestión de nómina, tramitación de impuestos, facturación internacional y cumplimiento legal. Además, al estar contratado, accedes a los mismos beneficios y coberturas de los que disponen todos los trabajadores asalariados en España: cotización a la Seguridad Social, atención sanitaria completa y protección jurídica y laboral frente a situaciones como despidos, accidentes o conflictos en el ámbito del trabajo.

En resumen, Hightekers combina lo mejor de ambos mundos: la libertad del freelance con la seguridad del empleo por cuenta ajena. Esto es especialmente interesante para los freelances que deseen trabajar en España con clientes británicos y estadounidenses, para que sólo tengan que preocuparse de hacer su trabajo. Hightekers se encarga del resto.

 

Enfócate en tus clientes, no en las complejidades burocráticas

 

Trabajar en España para clientes extranjeros es posible —y muy rentable— si se hace correctamente. La clave es conocer si eres residente fiscal en España y tener muy bien controlados todos los impuestos que pagar como el IRPF y el IVA, además de seguir el calendario del contribuyente.

La burocracia administrativa para freelance puede resultar abrumadora y compleja, pero con el asesoramiento adecuado, como el que ofrece Hightekers, todo se simplifica. Contar con expertos que te guíen y gestionen tus obligaciones fiscales y legales te permite dedicarte a lo que realmente importa: hacer crecer tu negocio y disfrutar de tu tiempo y flexibilidad laboral sin preocupaciones.

 

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